Hoy vivimos una crisis de agua en el mundo y Sinaloa no es la excepción. Sequías, deforestación en la cuenca, desorden en las concesiones, derroche de agua en la agricultura, industria, desarrollos inmobiliarios, contaminación, etc; están agotando el preciado recurso hídrico, sin saber si alcanzará para todos, para hoy y para mañana.
Ante este escenario, la empresa DUES Textil se convirtió este mes en un “Protector de la cuenca” al sumarse a la campaña “Para que el agua alcance”. Gracias a su contribución, Conselva podrá continuar ejecutando acciones contundentes que construyan la seguridad hídrica que necesitan nuestras familias, economía y sociedad.
La campaña busca incrementar la captación de agua de la cuenca, a través de la implementación de acciones de restauración y conservación de la cuenca, así como promover el uso responsable y eficiente del recurso hídrico por parte de los sectores productivos y sociedad civil, mediante campañas de sensibilización y la capacitación a actores clave en prácticas sustentables y eficientes.
Durante un recorrido realizado en el ejido El Habal, Concordia, Valeriano Suárez, director y fundador de DUES Textil, se percató de primera mano de la importancia de llevar a cabo una restauración productiva del paisaje, para reconvertir suelos degradados que han perdido su productividad debido a malas prácticas de manejo.
El Habal es un ejemplo de este esfuerzo sustentable, pues desde hace años sus habitantes colaboran con Coselva en la implementación de sistemas agroforestales y actividades de restauración, las cuales brindan empleos a miembros de la comunidad.
En la visita, a la cual también acudió Javier Lizárraga, director general de Grupo Marino, ambos empresarios apreciaron los resultados de algunas obras de restauración implementadas por Conselva, como el cultivo de plantas para reforestación y la construcción de presas de gaviones y geocostales para retener sedimento.
Además, la restauración y conservación del paisaje favorece a la biodiversidad, pues impacta a la calidad del suelo y la vegetación y con ello a la captación de agua, lo que permite tener ecosistemas sanos y ricos en flora y fauna. En su recorrido, Suárez y Lizárraga tuvieron la fortuna de observar varios individuos de Guacamaya Verde (Ara militaris), una especie migratoria que se encuentra en peligro de extinción debido al tráfico ilegal en el mercado negro y la poca cultura ecológica de quienes la comercian.
