#EmergenciaAgua
Serie periodística producida por Conselva para impulsar en la agenda pública la discusión sobre la crisis hídrica y promover Soluciones basadas en la Naturaleza dentro de los marcos legales y sociales.
Por Conselva
El agua se nos va entre los dedos. En Sinaloa es inminente un futuro sin este recurso para todos y todas… si no implementamos un Plan Hídrico Estatal con un enfoque integral.
Debido al cambio climático, el calor aumentará y las lluvias disminuirán, por lo que es el momento de trabajar en la mitigación y adaptación ante sequías extensas y recurrentes.
“No hay un solo modelo hidrológico a nivel nacional o internacional que nos diga que en Sinaloa tendremos más lluvia y menos temperatura, al contrario”.
Entonces, para mitigar la escasez y garantizar la funcionalidad de nuestros hogares, hospitales, hoteles y negocios, Conselva propone un Plan Hídrico para Sinaloa, con estrategias que van desde el manejo de cuencas para la producción de agua, hasta su gestión eficiente y financiamiento.
¿Qué es el Plan Hídrico para Sinaloa?
El Plan Hídrico para Sinaloa es una estrategia desarrollada por Conselva para asegurar la disponibilidad y calidad del agua en el estado, eficientar su uso y financiar su gestión.
Esto incluye la participación de ciudadanos, empresas y el gobierno en la creación de una agenda común para proteger los recursos hídricos y garantizar el suministro a futuro.
“Tenemos políticas públicas fragmentadas. Planeamos el crecimiento industrial y urbano sin considerar si tendremos agua o no; se toman decisiones de uso del recurso hídrico de manera sectorial y aislada”, desglosa Guido, para explicar la pertinencia de este plan.
A través de su programa Cuencas y Biodiversidad, esta organización ya generó soluciones para enfrentar el estrés hídrico en el sur de Sinaloa. Lo hizo mediante la restauración de la infraestructura verde en sitios específicos, llamados microcuencas, del territorio del Río Presidio y Baluarte.
“A través de política pública territorial se puede proteger y restaurar los principales ríos de Sinaloa, es un hecho”, expresa Sandra Guido.
Con base en ciencia y experimentación, Conselva desarrolló una estrategia con enfoque de restauración de cuencas. Para ello, primero realizó estudios a partir de los cuales se crearon modelos que permiten determinar la cantidad de agua que se produce en cada microcuenca, así como la condición del suelo.
A partir de este modelo, se determinó que como resultado de la conservación en microcuencas en siete ejidos de Concordia y Rosario, se logró una producción de 78 millones 985 mil 026 m3 de agua, lo que equivale al consumo de 3.3 años del total de viviendas de Mazatlán (152,601). Esto partiendo de datos proporcionados a Conselva por la Junta Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Mazatlán, que indica que el consumo mensual de agua por vivienda en la ciudad es de 13 m3.
Conselva también aplicó esta metodología en Mazatlán, municipio que depende del almacenamiento de agua de la presa Picachos. La experta indica que la parte más cercana a la presa produce entre 490 y 709 mm de agua por año, por lo que, si se desea generar agua para la ciudad porteña, es necesario proteger esa zona, pues ahí se produce el agua que capta el embalse.
“No hay necesidad de intervenir el resto, solo identificar las principales zonas de captación del agua, especialmente en las microcuencas que rodean las presas. La naturaleza está produciendo agua gratis”, expresa.
Manejo eficiente del agua en actividades agropecuarias
Una vez protegida y restaurada la infraestructura verde de las cuencas, se obtendrán lluvias efectivas, como se le llama cuando la naturaleza aprovecha la poca agua que precipita por medio de la infiltración al suelo para recargar mantos acuíferos.
Se plantea entonces un escenario en el que las presas tendrán mejores niveles de almacenamiento, por lo tanto, el segundo paso es el manejo eficiente de esa agua en las actividades agropecuarias, ya que este sector utiliza el 93.12 por ciento del agua concesionada para Sinaloa, y no de forma eficiente.
En este punto, por ejemplo, propone la actualización del plano catastral de los usuarios del riego, pues actualmente se desconoce la superficie real que se riega en Sinaloa.
También se requiere, apunta Conselva, inversión en la tecnificación, modernización y mecanismos de transparencia administrativa para saber de qué manera se administra el agua que reciben los módulos de riego.
Este plan contempla, además, un reglamento interno de operación de los módulos de riego, a fin de acordar el mejor uso y distribución del agua para poder reducir significativamente su uso para la agricultura y la medición de los volúmenes entregados por Conagua, así como de los volúmenes aplicados.
Construyamos Ciudades Esponja, desde las leyes y reglamentos
La Administración Eficiente del Agua en las Ciudades es el tercer punto del Plan Hídrico para Sinaloa planteado por Conselva. Este es un punto clave para evitar el derroche, aprovechar el agua utilizada, recargar acuíferos y hasta prevenir inundaciones.
La estrategia de Ciudades Esponja aprovecha la capacidad de absorción del suelo mediante normativas de construcción y mecanismos de captación de agua, conocidas como Soluciones Basadas en Naturaleza.
Para ello, es necesario que los legisladores modifiquen el marco legal para fortalecer a los organismos operadores del agua potable, dotándolos de recursos técnicos y que sean dirigidos por personal técnico especializado bajo el esquema de servicio profesional de carrera para que no sean cambiados cada nueva administración municipal.
Además, la expansión urbana debe tener un enfoque de cuenca, adaptando las ciudades a su entorno natural para gestionar mejor los recursos hídricos.
Financiamiento para que el plan perdure
El Fondo para la Seguridad Hídrica de Sinaloa es el cuarto punto de la propuesta de Conselva. Se perfila como una herramienta clave para garantizar la producción y gestión eficiente de agua en el estado.
Este fondo busca reunir recursos públicos y privados, con la posibilidad de ser ampliado mediante el apoyo de organismos internacionales como el Banco Mundial y la Unión Europea, orientados a combatir los desafíos del cambio climático y la escasez hídrica.
La parte pública del fondo es aquella relacionada con las aportaciones de los principales usuarios del agua, a través de las juntas municipales, así como de la Federación, como son la CFE y Conagua. Incluye al Estado con asignación directa de presupuesto del Congreso.
La parte privada corresponde a donativos de las empresas, así como de las y los ciudadanos, y la obtención de fondos internacionales privados.
A pesar de la urgente necesidad, Sinaloa carece actualmente de programas que financien esta seguridad hídrica. El acceso al agua es un derecho y una responsabilidad compartida por toda la sociedad, por lo que es fundamental que actores como la academia, la empresa, la ciudadanía y el gobierno se unan para abordar este tema crítico.
La gestión del agua no debe ser vista de manera aislada, sino como una tarea colaborativa que involucra a todos los sectores.
La crisis hídrica nos llama a actuar hoy
La crisis hídrica en Sinaloa es un llamado urgente a la acción, y la solución está al alcance de nuestras manos. La propuesta de Conselva para un Plan Hídrico Estatal es una hoja de ruta concreta basada en la ciencia, la experiencia y el compromiso de proteger el agua, para que nuestra vida en sociedad siga siendo viable.
Ahora es el momento de actuar. Ciudadanos, empresas, académicos y gobierno debemos unir esfuerzos para implementar este plan y asegurar que Sinaloa tenga agua hoy y mañana.
Necesitamos apostar por la protección y conservación de las cuencas; Soluciones Basadas en la Naturaleza, modernizar nuestras prácticas agrícolas y urbanas y comprometernos con un financiamiento sostenible.
Hagamos de Sinaloa un ejemplo de resiliencia y cuidado ambiental. Participa, infórmate, exige cambios, y contribuye a construir un futuro en el que el agua no sea un lujo, sino un derecho garantizado para todas las personas.
Porque el agua es vida, y el futuro de Sinaloa depende de lo que hagamos hoy. ¡Es momento de actuar!
