Conservación de aves migratorias neotropicales en la RPC Monte Mojino

ESTAS AVES JUEGAN UN IMPORTANTE ROL ECOLÓGICO EN LA CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN DE LAS SELVAS TROPICALES SECAS

Presentación

México presenta una ubicación estratégica para el desarrollo y crecimiento de una gran variedad de especies animales dentro del continente americano. El país actúa como puente entre América del Norte y América Central; al tiempo que incluye la zona de transición entre las regiones biogeográficas neártica y neotropical (Morrone, 2019). Esta particularidad hace que México cuente con una amplia variedad de ecosistemas situados en pisos térmicos cálidos, como marismas, manglares, pastizales y bosques tropicales; cada uno con diferentes tipos de vegetación y faunas asociadas, lo que en conjunto brinda un abanico diverso de interacciones y nichos ecológicos. En gran parte, esto permite que México exhiba un diverso ensamblado de especies endémicas y migratorias con distintos rangos de distribución (Halffter, 2017), incluidas las aves migratorias neotropicales (en adelante, AMN).

 

Las AMN son las aves que se reproducen en Estados Unidos y Canadá durante el verano, generalmente entre mayo y septiembre, y que pasan el resto del año en México, Centroamérica, Suramérica o las islas del Caribe (Deinlein, 1999). Estos desplazamientos son periódicos y cíclicos y en muchas especies cubren grandes distancias latitudinales o altitudinales. Se han identificado 361 especies de AMN que incluyen playeros, rapaces, golondrinas, mosqueros, picogruesos, entre otras. Muchas de estas aves son pájaros cantores, que podemos ver en zonas boscosas cercanas a las ciudades e incluso en nuestros jardines durante la migración de primavera (Martin y Finch, 1995). Estas aves están protegidas por la Ley del Tratado de Aves Migratorias (1918).

Durante mucho tiempo fue un misterio conocer los recorridos exactos que realizan las poblaciones de AMN, pero en los últimos años, gracias a la tecnología, se han identificado cuatro rutas migratorias principales (figura 1): a) ruta migratoria del Pacífico, b) ruta migratoria central, c) ruta migratoria del Mississipi, y d) ruta migratoria del Atlántico (Berlanga y Rodríguez, 2010).

En el caso de la ruta migratoria del Pacífico, las AMN encuentran la gran franja de Selva Tropical Seca (en adelante STS) que bordea el pacífico mexicano desde el sur de Sonora hasta Chiapas (Ceballos et al., 2010). Cuando este ecosistema se encuentra en buen estado de conservación, son hábitats de calidad que proporcionan numerosas oportunidades de refugio y alimentación que propician el incremento en la población de este grupo de aves. A su vez, la STS se beneficia de los servicios ecosistémicos que proveen las aves como la polinización, dispersión de semillas, control de poblaciones de roedores e insectos, así como la eliminación de cadáveres de muchos vertebrados por parte de las carroñeras. Debido a este importante rol ecológico que desempeñan las AMN en la conservación y restauración de las selvas tropicales secas, la protección de dicho binomio es de importancia crítica.

Tanto las aves como sus hábitats enfrentan hoy amenazas sin precedentes, principalmente debido a los efectos del cambio climático,  al crecimiento urbano no planificado, y las prácticas agropecuarias y forestales no sustentables que llevan a la pérdida o degradación de sus hábitats (Rosenberg et al., 2016). La sensibilidad al cambio ambiental de las especies de AMN sirve como un sistema de “alerta temprana” para reconocer la alteración de la estructura y función de sus hábitats (DeGraaf y Rappole, 1995). La abundancia y diversidad de AMN en un sitio determinado es un bioindicador de la calidad de su hábitat, debido a que la abundancia de estas aves coincide estrechamente con la de otros grupos de animales (García-Moreno et al., 2017).

De frente a estas amenazas, en los últimos 20 años se han desarrollado importantes esfuerzos colaborativos para la conservación de estas aves y sus hábitats. Los esfuerzos han sido liderados por la red “Socios de vuelo” (Partners in flight o PIF), integrada por más de 150 organizaciones del hemisferio occidental involucradas en todos los aspectos de la conservación de las aves, desde cuenca, investigación, planeación, desarrollo de políticas públicas, manejo de tierras, monitoreo, educación y difusión (Rosenberg, op. cit.). La red PIF diseñó un Plan para la Conservación de Aves Terrestres en 2004 que fue revisado y actualizado en 2016. Entre las muchas líneas de acción que este plan ha dado pie, se encuentra el Acta para la Conservación de Aves Migratorias Neotropicales, que autoriza a la Secretaría del Interior, a través de la dirección del Servicio de Pesca y Vida Silvestre del gobierno de Estados Unidos (Fish and Wildlife Service, en adelante FWS), la emisión de becas para la conservación de las AMN en Estados Unidos, Latinoamerica y el Caribe.

El proyecto Migratory Land bird conservation in Sinaloan TDF (Tropical Dry Forest) fue financiado por estas becas. Se desarrolló a lo largo de tres etapas, implementadas en los años 2014 y 2015; 2017  y 2020 al 2022. La meta de este proyecto es asegurar la conservación a largo plazo de las ANM y sus hábitats en la región prioritaria para la conservación Monte Mojino, ubicada en la Sierra Madre Occidental del sur de Sinaloa. Para lograrlo, el proyecto desarrolló una serie de actividades enfocadas en tres objetivos:

1

El monitoreo de AMN para determinar el estatus y la tendencia de sus poblaciones, que permitan definir sitios de importancia estratégica en los cuales enfocar los esfuerzos de manejo y conservación.

2

La conservación del hábitat (Selva Tropical Seca) con el apoyo de los propietarios de los terrenos.

3

Actividades de manejo sustentable del hábitat, de difusión de la importancia de las AMN y de involucramiento y educación ambiental con los niños y jóvenes de las comunidades rurales de Monte Mojino así como jóvenes y residentes norteamericanos en la ciudad de Mazatlán, la más cercana a Monte Mojino.

Este proceso de intervención socioambiental es pionero en la región y pretende compartir las lecciones aprendidas con el ánimo de que puedan ser útiles para otras organizaciones, comunidades y gobierno. Para ello, se analizaron las actividades implementadas en las tres etapas del proyecto, con el propósito de evaluar qué tan efectivas resultaron para atender las amenazas locales a las poblaciones de AMN identificadas al inicio del proyecto. El documento, dividido en tres secciones, describe en su primera parte el valor ambiental de la STS de Monte Mojino y su importancia para las AMN, identificando las amenazas a este hábitat. En la segunda, las acciones de conservación y manejo que se implementaron para mitigar estas amenazas y, finalmente, en la tercera parte el análisis de los resultados obtenidos.

 

Monte Mojino, un lugar extraordinario para las aves​

El occidente de México (desde Sonora hasta Chiapas) forma parte de la ruta migratoria del Pacífico de las AMN. Sin duda, es una región muy importante para las aves migratorias, con casi el 42% de su avifauna considerada como residente de invierno cuyas áreas de reproducción se localizan en el oeste de Estados Unidos y Canadá (Hutto, 1992; citado por A. M. van der Heiden et al., 2018).

Sinaloa forma parte de esta ruta. Se destaca por ser el Estado con la mayor cobertura de STS a nivel nacional: este ecosistema cubre aproximadamente el 35.41% del territorio estatal, formando un corredor biológico ininterrumpido que conecta las formas más húmedas de este tipo de vegetación -ubicadas en Nayarit – con sus formas más secas en Sonora. Este corredor de Selva Tropical Seca forma parte de la Provincia florística Costa Pacífica (sensu Rzedowski, 1978; parte de la región “mexicana” de Ceballos, 1995; citados por Challenger, 1998) y se le identifica como una Provincia extraordinariamente diversa debido principalmente a su aislamiento climático. En el caso específico de Sinaloa, el estado está rodeado de zonas templadas, áridas y ecosistemas marinos que han propiciado su diversificación biológica (CONANP, 2014).

“Algunas especies identificadas en Monte Mojino y que se encuentran en riesgo son la Guacamaya verde, el Águila solitaria y el Loro corona lila”.

© Bradley Hacker (Bird)

La región prioritaria para la conservación denominada Monte Mojino se ubica en el sur de Sinaloa, que ha sido reconocido como una de las áreas de mayor biodiversidad en el Estado (Guido y van der Heiden, 2009). Monte Mojino está propuesto para ser declarado como Área Natural Protegida de jurisdicción federal, con un polígono de 201,279.76 ha en la que se ubican 37 núcleos agrarios, además de 60 predios particulares. Sus poco más de 12,000 habitantes viven en 274 localidades dispersas (CONANP, 2014).

Esta superficie alberga al 31.7% de la flora y cerca del 65.6 % de la fauna terrestre de Sinaloa (Ruiz-Guerrero et al., 2015). A la fecha se han identificado 887 especies de flora, de una diversidad potencial de 1,500 especies. Se estima que Monte Mojino alberga a por lo menos 160 especies endémicas a México y se han registrado 31 despecies en alguna categoría de riesgo. Se ha documentado además la presencia de 509 especies de fauna (vertebrados), con 138 especies con algún nivel de endemismo  y 91 especies en la NOM-059-SEMARNAT-2019 (Conselva, Costas y Comunidades, A. C. et al., 2021).  

La vegetación dominante en Monte Mojino es sin duda, la selva tropical seca, integrada por selva baja y selva mediana caducifolias que abarcan el 54.6% del polígono, en tanto que la selva mediana subcaducifolia se ubica en lugares más húmedos y sombreados con una extensión del 15.7% de su superficie.  Otros tipos de vegetación presentes son el bosque de encino (5.2%) y el bosque de pino-encino (2.5%) que se ubican en la cima de las montañas y lomeríos; vegetación riparia o de galería, vegetación secundaria, pastizal natural y pastizales cultivados o zacateras. Aproximadamente el 87.3% de esta vegetación mantiene su característica original, con áreas cuyos datos arrojan valores que las acercan a los niveles máximos de conservación y calidad (CONANP, 2014).

La calidad de los hábitats de Monte Mojino es, sin duda, una de las causas principales de la extraordinaria riqueza de su avifauna. Monte Mojino es una de las áreas de mayor riqueza faunística de Sinaloa, albergando 81.1% de todas las especies de aves del Estado de Sinaloa, lo que equivale al 27.2% de todas las especies de aves de México (1,107 especies de acuerdo a Berlanga et al. 2014) y el 33.4% de todas las especies de aves terrestres del país. De las 301 especies de aves aproximadamente la mitad son migratorias neotropicales y 36 están incluidas como “Partners in Flight (PIF) Species of Continental Importance for the U.S. & Canada“, es decir, aves terrestres de importancia trinacional. Monte Mojino es especialmente importante para las poblaciones de Vireo flavoviridis, Trogon elegans, Setophaga nigrescens, Passerina versicolor, Myiodynastes luteiventris y Empidonax difficilis cuyas poblaciones en Monte Mojino corresponden al 12.5 y 6.6%, respectivamente de la población mundial (Castillo-Guerrero et al.2016).

Papamoscas Amarillo del Pacífico (Empidonax difficilis)

© Liam Singh (Ebird)

Chipre Negrogris (Setophaga nigrescens)

© Mark Daly (Ebird)

Principales amenazas del hábitat de AMN en Monte Mojino

En conjunto, estas amenazas están propiciando la pérdida y fragmentación del paisaje, transformando lo que antes era un macizo continuo de vegetación primaria en un paisaje con áreas deforestadas y parches de vegetación secundaria, que se entrelazan con la vegetación primaria que aún persiste.

Prácticas agropecuarias tradicionales
El sistema tradicional de roza-tumba-quema de vegetación nativa para sembrar maíz con fines de autoconsumo expone el suelo desnudo a la acción erosiva de la lluvia, lo que lleva a una pérdida significativa de éste.
Ganadería extensiva
La degradación de la vegetación por sobrepastoreo es una de las amenazas más importantes a la calidad del hábitat. Estudios desarrollados por Conselva, Costas y Comunidades A.C. muestran la degradación progresiva tanto de suelo como de vegetación en Monte Mojino: 22.1% de la extensa cobertura forestal de la RPC ya muestra indicadores de degradación y el 50% del suelo está degradado por actividades humanas, de las cuales el 25.8% están directamente asociadas al sobrepastoreo.
Tala ilegal
Las personas que se dedican a esta actividad ilegal se enfocan sobre todo en las especies arbóreas que se emplean como tutores de hortalizas; pero también cortan árboles de diversas especies que se usan como postes para construcción y en menor medida, árboles maderables donde destaca la extracción de huanacaxtle. Mientras que los ejidatarios y comuneros usan el recurso forestal con fines de autoconsumo.
Minería metálica
Actualmente, el 71.5% de la superficie total de Monte Mojino está concesionada a la minería y se tienen numerosas empresas explorando el territorio, en tanto que otras ya se encuentran en explotando estos recursos. En este aspecto, sin duda la minería a cielo abierto es la principal amenaza para la calidad del hábitat.
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Estrategia de conservación del hábitat prioritario de Monte Mojino​

Para atender las amenazas a la calidad del hábitat de Monte Mojino, desde el 2010 Conselva, Costas y Comunidades, A. C. impulsó una Estrategia de conservación de hábitat prioritario en Monte Mojino, implementándola en siete núcleos agrarios que en conjunto abarcan una superficie de 33,144 ha. La estrategia incluyó cinco componentes:

Componente 1

Política pública

Para la protección de la STS como hábitat prioritario para la biodiversidad, se impulsaron varios instrumentos de política pública territorial diseñados para este fin. El más importante y de mayor alcance fue la declaratoria como Área Natural Protegida (ANP) de Monte Mojino por parte de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP). También se implementó el Programa de Pagos por Servicios Ambientales de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), el cual establece un compromiso legal de conservar polígonos de hábitat prioritario en cada núcleo agrario y a cambio los propietarios de estos núcleos reciben una compensación económica durante cinco años.

Componente 2

Vigilancia participativa y restauración del hábitat

Para reducir la amenaza de la tala ilegal generada por personas ajenas al núcleo agrario, así como prevenir y atender los incendios forestales, Conselva, Costas y Comunidades organiza brigadas de vigilancia comunitaria participativa y brigadas de atención a incendios forestales para la atención temprana de este tipo de eventos. Las acciones de restauración del hábitat se llevaron a cabo por las comunidades rurales y fueron financiadas por el programa de Pagos por Servicios Ambientales.
Componente 3

Ordenamiento de territorio

Para prevenir que las áreas con vegetación primaria se fragmenten debido a las prácticas agropecuarias tradicionales y detener el avance de la minería, se impulsaron Ordenamientos Territoriales Comunitarios (OTC) de la CONAFOR. Este instrumento establece políticas ecológicas para el uso de suelo del núcleo agrario que se definen con la participación de los ejidatarios o comuneros. 
Componente 4

Fortalecimiento de gobernanza comunitaria

Para impulsar cambios a largo plazo en el manejo de los recursos naturales mediante acuerdos legítimos y estables con los núcleos agrarios, se impulsó una serie de actividades enfocadas en el fortalecimiento de la Asamblea, que es la máxima autoridad en el núcleo agrario. Se actualizaron los reglamentos y estatutos de bienes comunales de los núcleos agrarios, vinculándolos con los acuerdos previos en política territorial.

Componente 5

Actividades productivas sustentables

Para reducir las amenazas, se impulsaron y fortalecieron actividades productivas sustentables, que surgieron del interés e iniciativa de los ejidatarios y comuneros. Entre las actividades destacadas se encuentran las de vivero comunitario tanto forestal como de plantas de ornato; la apicultura; producción de lombricomposta; la producción de salsa de Jamaica, ecoturismo y los programas de Ganadería Regenerativa y de Restauración Productiva del Paisaje. Además, se impulsó la elaboración de Planes de Negocios y la venta de productos a través de la plataforma Tierra Nuestra.  

Plan para la conservación de las aves migratorias neotropicales de Monte Mojino

Conselva, Costas y Comunidades, A. C. desarrolló un Plan para la conservación a largo plazo de las poblaciones de AMN en Monte Mojino, que tiene como meta que para el 2024 las aves migratorias neotropicales que habitan en Monte Mojino se conserven gracias a que autoridades y habitantes implementan una estrategia de conservación y manejo del hábitat crítico para estas especies. El Plan se implementó en el período 2014 al 2022 a lo largo de las tres etapas del proyecto Migratory Land bird conservation in Sinaloan TDF, financiadas por la NMBCA (Grants F14AP00399-5847 en 2014 – 2016; F17AP00671-6562 en 2017 – 2018 y F20AP11827-7116 en 2020 – 2022). El Plan tuvo tres líneas de acción:

Línea de acción 1

Incrementar el conocimiento sobre las poblaciones de AMN en Monte Mojino

Situación actual

A pesar de que los antecedentes de estudios sobre avifauna señalan claramente la importancia de las STS del occidente para la ruta migratoria de las AMN, resulta difícil estimar el número de especies de aves que habitan en las STS de la franja costera del Pacífico mexicano, ya que ésta entra en contacto y se mezcla con otras comunidades vegetales en muchas regiones y sitios. Además, se carece de inventarios de la avifauna y se conoce muy poco sobre la biología y distribución de las especies (Vega-Rivera et al., 2010; citado por van der Heiden et al., 2018). 

Por lo tanto, este proyecto se enfocó en el estudio de la avifauna y en particular de las AMN en sitios clave de Monte Mojino, con el propósito de aportar información que permita, a mediano plazo, generar un plan de conservación de AMN en esta región del corredor migratorio del Pacífico.    

Acción: Programa de monitoreo de AMN en sitios clave de Monte Mojino

Se desarrolló un programa de monitoreo mensual de AMN en sitios clave de Monte Mojino  a lo largo de las tres fases del proyecto Migratory landbird conservation in Sinaloan TDF, a través del método de puntos de conteo con registro de distancia, por ser el más adecuado para las condiciones del terreno (difícil de caminar y poco campo de visión en algunos puntos) y las necesidades del monitoreo (estimación de la densidad poblacional de aves).

Los monitoreos se llevaron a cabo en la Comunidad La Guásima, el ejido El Habal, y el ejido Tambá, en Concordia, Sinaloa.

Etapa 1

Se desarrolló en el período 2014 – 2016 en la Comunidad La Guásima y el ejido El Habal, Concordia, un total de 4,749 ha protegidas de manera directa mediante PSA.

  • 1524 puntos de conteo distribuidos en 20 rutas de monitoreo.
  • 139 especies de aves registradas.
  • 68 especies de AMN.
  • 15 especies bajo alguna categoría de riesgo en la NOM-059- SEMARNAT-2010.
  • 13 especies en algún apéndice de la PIF (Partners in Flight).
  • 37 especies con algún tipo de endemismo.

Etapa 2

Se llevó a cabo de noviembre del 2017 a abril del 2018 (meses con mayor incidencia de AMN en el área) en los polígonos de PSA de La Guásima y el ejido Tambá, Concordia,  para un total de 2,606 ha.

  • 331 puntos de conteo distribuidos en 8 rutas.
  • 97 especies de aves registradas en total.
  • 44 especies de AMN.
  • 10 especies en alguna categoría de riesgo en la NOM-059-SEMARNAT-2010.
  • 40 especies en algún apéndice o tabla de la PIF (Partners in Flight).
  • 29 especies con algún tipo de endemismo.

Etapa 3

Se implementó nuevamente en las áreas destinadas a PSA de La Guásima y el ejido El Habal, Concordia, en noviembre 2020 – marzo 2021 (temporada 1) y noviembre 2021 – marzo 2022 (temporada 2).

  • 746 puntos de conteo, en 6 rutas de monitoreo.
  • 117 especies de aves registradas en total.
  • 56 especies AMN
  • 11 especies en alguna categoría de riesgo en la NOM-059-SEMARNAT-2019.
  • 74 especies en algún apéndice o tabla de la PIF.
  • 34 especies con algún tipo de endemismo.

Resultados del monitoreo

Los datos demuestran, de manera contundente, que Monte Mojino es un hábitat prioritario para las AMN y para la avifauna en general. Se registraron variaciones en la diversidad de la avifauna a lo largo de los distintos períodos de monitoreo, pero la proporción de AMN con respecto al elenco total de aves se mantuvo relativamente constante (45% en la Fase II hasta el 49% en la Fase I). En los monitoreos se registraron entre 44 y 68 especies de AMN y un total de 74 especies incluidas como “Partners in Flight” Species of Continental Importance for U.S. & Canada o en el Plan de Conservación de Aves Terrestres. 

Al analizar los resultados por especie, se encontró que la STS de El Habal y La Guásima puede soportar más del 1% de la población mundial de las siguientes especies: Myiodynastes luteiventris (2%), Setophaga nigrescens (3%), Empidonax difficilis (1.2%) y Passerina versicolor (2.7%). Destacan también las poblaciones de Vireo flavoviridis y Trogon elegans porque Monte Mojino alberga al 12.5% y 6.6% de sus poblaciones a nivel mundial; en tanto que para Myiarchis tuberculifer, en esta área se registró (Fase I) un número de individuos correspondiente al 62.7% de su la población mundial. 

La calidad del hábitat que ofrecen las STS de Monte Mojino es fundamental para la conservación de las poblaciones de AMN que lo visitan; pero es crítica para algunas especies que muestran tendencias negativas en su densidad poblacional y que usan el área para mudar (vgr. Painted Bunting), como un segundo sitio de reproducción (Cassin’s Vireo) o para invernar (Black-capped Vireo tanto en México como en Estados Unidos y que está listado como en peligro de extinción y el Nashville Warbler).

Painted Bunting (Passerina ciris)

© Alwin van der Heiden

 Black-capped Vireo  (Vireo atricapilla)

© Alwin van der Heiden

Reinita Gris (Setophaga nigrescens).

© Alwin van der Heiden

Video Gorjeador (Vireo gilvus)

© Alwin van der Heiden
Línea de acción 2

Protección del hábitat prioritario

Situación actual

La calidad del hábitat que ofrece Monte Mojino a las AMN estaba amenazada por las prácticas agropecuarias tradicionales, el sobrepastoreo, la tala ilegal y el avance de la minería descritas anteriormente. La pérdida y fragmentación del paisaje era más evidente cerca de los poblados rurales, pero gradualmente se estaba expandiendo hacia áreas de vegetación primaria. De continuar con esta tendencia, la degradación de suelo y vegetación estarían generando cambios irreversibles.

Acciones

De frente a estas amenazas, desde el 2010 Conselva, Costas y Comunidades A.C. inició la implementación de su Estrategia de Conservación del hábitat prioritario en Monte Mojino, la cual propició que sobre esta región se establecieran un conjunto de medidas enfocadas en la reducción de las amenazas identificadas.

Para conservar la selva tropical seca como hábitat prioritario para la biodiversidad, la primera medida y sin duda la de mayor alcance, fue la de impulsar la declaratoria como Área Natural Protegida de las 201,279 hectáreas de Monte Mojino. Se tiene ya publicado el Aviso de Decreto desde el 26 de junio del 2014, pero la declaratoria no ha ocurrido aún. Cuando se ejecute, esta política pública les otorgará a los hábitats de Monte Mojino la protección legal, un plan de manejo y un presupuesto anual para su operación por parte de la CONANP.

En el período del presente proyecto y mientras se esperaba la declaratoria como ANP de Monte Mojino, Conselva, Costas y Comunidades promovió la protección de los sitios de máxima biodiversidad mediante MLPSA y el MLPSA-FC El MLPSA que se implementó fue en el ejido Tambá que protegió 383 ha de hábitat crítico. En el período 2017 – 2021 se logró promover el MLPSA FC Monte Mojino, apoyado por CONAFOR y la Secretaría de Desarrollo Sustentable de Gobierno del Estado. Este MLPSA-FC  se implementó en siete núcleos agrarios (Comunidad La Guásima, Ejidos Tambá, El Habal y Los Ciruelos, Concordia; Ejidos Palos Blancos, Los Zapotes y El Jumate 2 en Rosario) con la protección directa de 13,243 ha de hábitat prioritario. A este mecanismo se sumó el MLPSA FC La Guásima, financiado por CONAFOR y FMCN, con lo que se protegieron 2,223 ha adicionales. Además, se impulsaron dos Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA’s) con fines de conservación, una en el ejido Palos Blancos (1,995.81 ha) y otra en Tambá (705.48 ha).

Entre los compromisos establecidos en los MLPSA está el de estructurar brigadas de vigilancia comunitaria participativa para la prevención de delitos ambientales, así como también una brigada de prevención y atención a incendios forestales. Las brigadas están integradas por cinco a diez personas que realizan recorridos en el territorio ejidal, con énfasis en el polígono del MLPSA. El trabajo de ambas brigadas está financiado por los recursos del MLPSA, que además provee a cada brigada de equipo (para vigilancia son uniformes, binoculares, cámara fotográfica y GPS) y equipamiento (para combate de incendios es cascos, bombas tipo mochila, rastrillos y chaleco) para realizar su labor.

Conselva, Costas y Comunidades gestionó ante la PROFEPA la capacitación anual de la brigada para recibir la acreditación como Vigilante comunitario. También gestionó ante el Gobierno Municipal de Concordia la coordinación entre la policía municipal, la brigada y la PROFEPA. Además, impulsó la elaboración participativa de un mapa de delitos ambientales, con base en el cual se diseñaron las rutas de vigilancia con énfasis en las áreas más vulnerables.

Las brigadas de prevención y combate de incendios forestales recibieron cada año capacitación por parte de la CONAFOR, quien estableció para ellos un protocolo de actuación específico. En la fase I del proyecto, la brigada de El Habal combatió cuatro incendios, que abarcaron un área de aproximadamente 20 hectáreas. En la fase II, la brigada Tambá combatió 3 sucesos y la de La Guásima tuvo 4 incendios. En la fase III, se tuvieron tres brigadas con un total de 24 personas que atendieron tres incendios, uno en el ejido El Habal, otro en la Guásima y un tercero en el ejido Tambá, que en total afectaron un área de 10 ha.

Las acciones de restauración del hábitat se enfocaron en la reforestación y la construcción de obras de conservación de suelo y agua tales como presas de piedra acomodada, presas de gaviones, zanjas bordo y cercados para la exclusión de ganado. En total durante las tres fases del proyecto se construyeron 679.24 m3 de presas de piedra acomodada
que retuvieron más de 3,000 m3 de suelo250 m3 de presas de gaviones, 181 m3 de presas de geocostales, 53,000 m de zanjas bordo que infiltraron al acuífero un volumen de más de 2,600,000 m3 de lluvia; y se cercaron 154.13 ha para impedir el acceso al ganado y propiciar una restauración pasiva de la vegetación. Además, se reforestaron 52,110 árboles de especies nativas y construyeron 10 bebederos para fauna silvestre, entre otras acciones.
 

Conselva, Costas y Comunidades impulsó Ordenamientos Territoriales Comunitarios (OTC) en los núcleos agrarios con mayor presión de transformación de su territorio. La implementación de los OTC se inició antes de este proyecto: en la Comunidad La Guásima y el ejido Palos Blancos se llevó a cabo en el 2010, en tanto que en Tambá se implementó en el 2016. El único OTC que se impulsó en el transcurso del presente proyecto fue el de la Comunidad de Tepuxta en el 2021. 

La construcción de la propuesta de uso de suelo del OTC se realiza desde el principio con la colaboración de los ejidatarios o comunes de los núcleos agrarios y son el resultado de estudios técnicos elaborados con la participación de los propietarios de los núcleos agrarios, en donde se establecen políticas ecológicas para el uso de suelo como conservación, protección, aprovechamiento y restauración. Estas políticas se implementan en función de los estudios técnicos y el diagnóstico participativo de la problemática ambiental, social y económica elaborado previamente. Una vez acordadas estas políticas, se someten a la aprobación de la Asamblea y sus resultados se inscriben en el Registro Agrario Nacional.

Como resultado de los OTC, se definieron Planes de Acción Comunitaria (PAC) para su instrumentación. En los PAC se establecieron las líneas de acción que se deben impulsar para reducir las problemáticas identificadas o implementar las soluciones acordadas, incluyendo en ello los proyectos productivos sustentables compatibles con la vocación del territorio. Se definieron, además, los mecanismos de seguimiento y monitoreo de la implementación de cada línea de acción, definiendo a las personas responsables de estas actividades.

El fortalecimiento de la gobernanza comunitaria se impulsó en el marco del MLPSA FC Monte Mojino y sus acciones formaron parte del Programa de Mejores Prácticas de Manejo (PMPM) cuya elaboración es obligatoria para los núcleos agrarios beneficiados con el MLPSA. Para ello se elaboró un Diagnóstico sociocultural que permitió conocer y evaluar la visión interna (sobre su organización) y externa (sobre el territorio) de cada núcleo agrario. 

Como resultado de este trabajo, se identificó que cuatro de los siete núcleos agrarios (Comunidad La Guásima, ejidos Palos Blancos, Tambá y El Habal) tenían una visión interna y externa más sólida: la visión sobre su territorio había sido definida por los programas previos de OTC, PPREDIAL, Evaluación Rural Participativa (ERP) y/o MLPSA. En cuanto a su visión interna, estos núcleos agrarios exhibían un nivel de organización interna que les permitía lograr acuerdos internos para la conservación y manejo de sus recursos naturales e implementar las actividades comprometidas. Para estos núcleos agrarios, en el PMPM se planteó la necesidad de actualizar su visión territorial, la re-apropiación del territorio a través de brigadas de vigilancia y la actualización de sus reglamentos internos y estatutos de bienes ejidales o comunales, todas actividades elegibles en el PMPM. También se definió que estos núcleos agrarios estaban listos para iniciar proyectos productivos sustentables.

La evaluación de los ejidos de Los Zapotes, Los Ciruelos y El Jumate II arrojó que estos núcleos agrarios carecían de una clara visión interna y externa: los ejidatarios no tenían una apropiación del territorio, carecían de antecedentes de proyectos grupales exitosos y su experiencia administrativa era muy básica. Para estos ejidos, en el PMPM se incluyeron como actividades la construcción de una visión territorial, la apropiación del territorio a través de brigadas de vigilancia, la capacitación en el desarrollo de procesos administrativos transparentes y la actualización de reglamentos internos y estatutos. Estos ejidos no fueron candidatos a impulsar proyectos productivos sustentables.

Con base en estos hallazgos, en el 2018 Conselva, Costas y Comunidades impulsó la elaboración de Programas Prediales de Desarrollo Integral de Mediano Plazo (PPREDIAL) como un primer instrumento para fortalecer la visión interna y externa del núcleo agrario o para actualizar la visión externa existente. Se generaron PPREDIAL para la Comunidad La Guásima y en el ejido Los Ciruelos en el municipio de Concordia, y en los ejidos de Palos Blancos, El Jumate 2 y Los Zapotes para el municipio de Rosario.
 

Conselva, Costas y Comunidades impulsó desde el 2018 un Programa de Ganadería Sustentable y Resiliente que atendiera las necesidades expresadas con acciones de alta viabilidad social, acordes con el nivel educativo y cultural de los ganaderos. Este programa busca incrementar la producción y minimizar el impacto al ambiente, adaptando su manejo a los escenarios climáticos futuros. Esto se logra haciendo una ganadería acorde con la APTITUD del suelo, con paquetes tecnológicos para sitios con aptitud alta, media y baja para el desarrollo de la actividad ganadera, evitando así la degradación del suelo. Se implementan además, buenas prácticas agropecuarias como la rotación de pastizales, sistema silvopastoriles, bancos de forraje, disminución o eliminación de agroquímicos y hormonas. Estas prácticas reducen la presión sobre la vegetación, se restaura suelo, se infiltra agua y se reduce el conflicto jaguar-ganado. El resultado son agroecosistemas sostenibles a largo plazo, ecológicamente viables, rentables y socialmente justos, que permiten mejorar la calidad de vida de quienes la realizan.

Con el objetivo de reducir la fragmentación de la vegetación y restaurar los sitios degradados, Conselva impulsó un Programa de Restauración Productiva del Paisaje, mediante el cual se promovieron sistemas agroforestales y agrosilvopastoriles. A la fecha, se ha logrado establecer 7 hectáreas de sistemas agroforestales en parcelas degradadas y un total de 6400 metros de barreras vivas en los ejidos Palos Blancos, El Habal y la Comunidad la Guásima, dando un total de 12 hectáreas intervenidas. Para las barreras vivas se emplearon especies locales como son arboles de Venadillo (Swietenia humilis), Amapa (Tabebuia rosea), Capomo (Brosimum alicastrum) y Huancaxtle (Enterolobium ciclocarpum), cedro (Cedrela sp) y cultivos de auto consumo. De esta manera, se está impulsado la generación de una producción múltiple que significara aumentos en la productividad, diversificación de los cultivos y el uso responsable de los sitios agrícolas.

En los ejidos y comunidades con mayor organización, se están impulsando empresas rurales sustentables como son: vivero forestal comunitario en el Ejido El Habal, la creación de un grupo de mujeres emprendedoras de la Unidad Agrícola industrial de la Mujer (UAIM) “Las Paloblanqueñas“, en Palos Blancos donde también se está impulsando la producción de Jamaica orgánica y de biofertilizantes a base de lombricomposta. En la comunidad de La Guásima se está consolidando un grupo de productores de Ciruelas y en el ejido Tambá se está impulsado el ecoturismo, mientras en la Comunidad Tepuxta se está llevando a cabo talleres que buscan el fortalecimiento del capital social y con ello comenzar a emprender. Las cuatro empresas se encuentran en vías de formación, se está elaborando estudios de mercado para definir el mejor esquema de organización y de producción de las futuras empresas.

Resultados de protección al hábitat

Mecanismos de protección exitosos

El programa de Pagos por Servicios Ambientales resultó ser un instrumento altamente efectivos para la conservación del hábitat prioritario de Monte Mojino. En el transcurso del presente proyecto, los Pagos por Servicios Ambientales lograron proteger de manera directa, 18,550 ha de hábitat prioritario en Monte Mojino, lo que incrementó en un 495% la superficie protegida de hábitat prioritario.

Disminución de ilícitos ambientales

La instrumentación de brigadas de vigilancia comunitaria fue altamente efectiva en la reducción de los delitos ambientales. Los recorridos por sí mismos desalientan el ingreso de personas ajenas a los terrenos comunales y los operativos entre vigilantes comunitarios, personal de PROFEPA y la policía municipal han incrementado la efectividad. Había sitios donde reiteradamente se había reportado cacería furtiva en años anteriores (2012-2014), sin embargo, en los últimos años (2015-2016) no se ha vuelto a saber de la presencia de estos cazadores en la zona. Los vigilantes aseguran que los ilícitos ambientales han disminuido de forma significativa y los hábitats prioritarios para la conservación de aves migratorias reconocidos se han mantenido en excelentes condiciones. 

Mejoras en la vegetación

Por su parte, los OTC fueron instrumentos clave en la protección de las áreas de mayor calidad de la vegetación y han brindado una base técnica sólida para la toma de decisión de la Asamblea en relación con el uso de los recursos naturales. Esto sin duda, ha fortalecido la gobernanza de la Asamblea sobre su territorio; en tanto que los PAC han promovido estructuras internas de organización que no se tenían antes del OTC y que han fortalecido la gobernanza interna del núcleo agrario. La articulación de los OTC con los Pagos por Servicios ambientales ha resultado una combinación exitosa para la protección de hábitats críticos de Monte Mojino y para la implementación de las acciones de restauración definidas en las políticas de uso de suelo del núcleo agrario.

Incremento de la infiltración de agua y recarga del acuífero

El programa de Ganadería Sustentable y Resiliente ha sido un éxito, ya que por una parte,  responde a las necesidades de los productores, reduce los gastos de adquisición de alimento adicional e incrementa el peso del ganado. Y por otra, los beneficios ambientales son perceptibles: en tan sólo cuatro años, en los 20 UPP empiezan a tener los primeros resultados: la textura y porosidad del suelo se ha mejorado y con ello se incrementa la infiltración de agua y se recarga el acuífero. El mantener el ganado dentro del potrero ha reducido la presión por pastoreo en el agostadero (vegetación), en donde la calidad del suelo y la vegetación se empieza a recuperarse lentamente y con ello su capacidad de captar más agua; y se evitan los ataques de jaguar al ganado.

Línea de acción 3

Detonar la capacidad local y el interés por la conservación de las AMN

Situación actual

Previo a este proyecto, existía un desconocimiento generalizado en la sociedad rural y urbana sobre la riqueza de la avifauna del sur de Sinaloa y en particular de las AMN. La conservación a largo plazo demanda el involucramiento de la sociedad en los esfuerzos e iniciativas de conservación. Para ello, es necesario que la sociedad no sólo adquiera el conocimiento sino que desarrolle las capacidades para conservar las especies, ecosistemas o procesos ecológicos objeto de los esfuerzos de protección.

Acciones

a. Capacitación de monitores comunitarios

21 vigilantes capacitados

La capacitación fue impartida por el Dr. Alfredo Castillo Guerrero, con apoyo del Biol. Jesús Rafael Valdez Rubio y la Biól. Alejandra Ochoa González. Después del curso-taller, se equipó a los miembros del comité de vigilancia con guías de campo, cámaras fotográficas y binoculares.

b. Integración de jóvenes rurales a acciones de conservación

138 jóvenes capacitados

La capacitación fue impartida por el Dr. Alfredo Castillo Guerrero, con apoyo del Biol. Jesús Rafael Valdez Rubio y la Biól. Alejandra Ochoa González. Después del curso-taller, se equipó a los miembros del comité de vigilancia con guías de campo, cámaras fotográficas y binoculares.

c. Programa de educación ambiental: Mcallen-Concordia

58 niños de primaria participantes

Los alumnos participantes implementaron proyectos y campañas de sensibilización dirigidas a incrementar el conocimiento y la participación de sus comunidades en las acciones de conservación de las aves migratorias presentes. Los ganadores compartieron su experiencia en línea con estudiantes de Mc Allen Texas.

d. Talleres de observación de aves zona rural y urbana

30 jóvenes zona urbana y 20 zona rural

Con cada grupo se realizaron cinco sesiones de observación de aves, durante las cuales se les capacitó en aspectos básicos de observación e identificación de aves; el uso de las plataformas “Naturalista”, “Merlin” y E-Bird”; las problemáticas que afectan el hábitat de las aves y por lo tanto el mantenimiento de su migración; para dar pie a la elaboración por equipos de proyectos de solución a las problemáticas identificadas.

e. Involucramiento de residentes norteamericanos

15 extranjeros participantes

Se llevó a cabo el taller Birdwatchers Mazatlan: Protecting migratory bird, el cual tuvo cinco sesiones, una virtual de inducción y cuatro sesiones prácticas en tres núcleos agrarios participantes en el proyecto.  Se capacitaron en el uso de la plataforma Naturalista. Para la clausura se llevó a cabo un evento y exposición fotográfica de las experiencias vividas en el taller.

f. Acciones de difusión y comunicación en Mzt-Concordia

7 exposiciones fotográficas

Se exhibieron fotografías tomadas por los participantes de los talleres. Además, se realizaron 3 eventos públicos y 12 conferencias de prensa. También se diseñaron 7 materiales de divulgación que fueron distribuidos a través de distintos canales de comunicación, entre ellos carteles de aves migratorias, un manual de monitores, trípticos y una guía de identificación de aves. 

Resultados de la promoción de interés en la conservación de AMN

Los datos demuestran, de manera contundente, que Monte Mojino es un hábitat prioritario para las AMN y para la avifauna en general. Se registraron variaciones en la diversidad de la avifauna a lo largo de los distintos períodos de monitoreo, pero la proporción de AMN con respecto al elenco total de aves se mantuvo relativamente constante (45% en la Fase II hasta el 49% en la Fase I). En los monitoreos se registraron entre 44 y 68 especies de AMN y un total de 74 especies incluidas como “Partners in Flight” Species of Continental Importance for U.S. & Canada o en el Plan de Conservación de Aves Terrestres. 

Al analizar los resultados por especie, se encontró que la STS de El Habal y La Guásima puede soportar más del 1% de la población mundial de las siguientes especies: Myiodynastes luteiventris (2%), Setophaga nigrescens (3%), Empidonax difficilis (1.2%) y Passerina versicolor (2.7%). Destacan también las poblaciones de Vireo flavoviridis y Trogon elegans porque Monte Mojino alberga al 12.5% y 6.6% de sus poblaciones a nivel mundial; en tanto que para Myiarchis tuberculifer, en esta área se registró (Fase I) un número de individuos correspondiente al 62.7% de su la población mundial. 

La calidad del hábitat que ofrecen las selvas tropicales secas de Monte Mojino es fundamental para la conservación de las poblaciones de AMN que lo visitan; pero es crítica para algunas especies que muestran tendencias negativas en su densidad poblacional y que usan el área para mudar (vgr. Painted Bunting), como un segundo sitio de reprododucción (Cassin’s Vireo) o para invernar (Black-capped Vireo tanto en México como en Estados Unidos y que está listado como en peligro de extinción y el Nashville Warbler)á

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